Cada par de pendientes es un toque de luz y vibración.
Hechos a mano en plata bañada en oro de 18 quilates y adornados con piedras naturales, captan la luz del día, la suavidad del movimiento y la fuerza de tu intención.
Llevados cerca de ti, susurran su energía sutil — arraigo, claridad, confianza o intuición… según lo que elijas amplificar.