Ella guarda nuestras historias, nuestros silencios, nuestros comienzos.
Esta colección es un homenaje a la presencia materna, constante y luminosa.
Cada joya es un susurro de gratitud, un talismán para honrar su amor, su fuerza, su manera de estar siempre allí.
Esta colección es un homenaje a la presencia materna, constante y luminosa.
Cada joya es un susurro de gratitud, un talismán para honrar su amor, su fuerza, su manera de estar siempre allí.
Delicadamente elaboradas a mano en plata de ley con baño de oro de 18 quilates e impregnadas de significado, estas piezas están hechas para regalarse como un secreto, muy cerca del corazón.
Porque ella merece mucho más que un simple regalo: merece un símbolo de protección, abundancia, amor…