Cada pulsera está hecha a mano en oro de 14 quilates, adornada con piedras naturales elegidas por su luz y energía únicas.
Delicadas pero llenas de significado, encarnan elegancia e intención — para acompañar tu día a día con confianza serena y gracia.
No son simples pulseras. Son hilos de presencia — para llevar amor, protección, claridad o alegría, según lo que desees despertar.