El amor de una madre es único, constante, luminoso, inolvidable.
Esta colección nació del deseo de honrarla con una joya igual de excepcional:
hecha a mano, en oro macizo de 14 quilates, y piedras naturales con una atención especial en cada detalle.
Una joya para agradecerle en silencio, para decirle sin palabras cuánto se la quiere.
Porque algunos regalos no solo son bellos, tienen sentido y energía.
hecha a mano, en oro macizo de 14 quilates, y piedras naturales con una atención especial en cada detalle.
Una joya para agradecerle en silencio, para decirle sin palabras cuánto se la quiere.
Porque algunos regalos no solo son bellos, tienen sentido y energía.